domingo, 21 de abril de 2013

El misterioso influjo de la barquillera

 Se trata de un niño llamado Prudencio  Pérez apodado Sito, que de mayor quería escribir cuentos. Cuando terminan sus años de colegio y se hace mayor, acaba de contable en una oficina. Pero todavía tiene el sueño de escribir cuentos y le dice al jefe que necesita tiempo, el jefe confundido le da una semana pero  Prudencio sale corriendo.  Empieza a pasear por las calles , y se asoma a un callejón donde se encuentra una barca, donde pone ``El chato´´, Prudencio lo cambia por ``Huvez´´ que desde ahora será su nombre de cuenta cuentos .  Ve a un hombre vendiendo barquillos y decide vender también. Así a la salida del colegio los niños salen corriendo a por su barquillo. Y Huvez les cuenta sus historias.

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